lunes, 8 de agosto de 2011

CARTA DIRIGIDA AL JEFE DE GOBIERNO DEL DISTRITO FEDERAL



Ciudad de México, D.F. a 1 de agosto de 2011



Marcelo Ebrard Casaubón
Jefe del Gobierno del D.F.
PRESENTE.

CARTA URGENTE.

Meses después del asesinato de nuestros hijos, Soren Avilés Ángeles, Fernando Franco Delgado, Verónica Velázquez Ramírez y Juan González del Castillo y de las lesiones, tortura e intento de homicidio contra Lucía Morett Álvarez, tuvimos una reunión con usted en la que comentamos pormenores de los bombardeos en Ecuador del 1 de marzo de 2008 de los que fueron víctimas los estudiantes mexicanos a manos del gobierno de Colombia.

De ese acto violatorio del derecho internacional y los derechos humanos le informamos que hay responsables confesos: los entonces, presidente colombiano Álvaro Uribe Vélez y el Ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, quienes han manifestado cínicamente y con orgullo, haber ordenado ese ilegal operativo militar. No olvidamos que frente a esos crímenes de lesa humanidad usted nos expresó su solidaridad y comprensión al repudiar la masacre.

Por todo ello nos resulta incomprensible e indignante que mañana usted vaya a reconocer como Huésped Distinguido de la ciudad al Sr. Juan Manuel Santos, destacado miembro de la derecha latinoamericana corresponsable de múltiples actos de violencia en su país y de la muerte de nuestros hijos, cuatro jóvenes ciudadanos del D.F. Los gobernantes colombianos no sólo se han mantenido en la impunidad, constantemente han criminalizado a nuestros familiares y han impulsado una feroz persecución política contra Lucía Morett, a quien no dejan en paz por ser testigo sobreviviente de la masacre y enfrenta una circular roja de la Interpol para su localización y captura internacional promovida por un juzgado de Bogotá.

Lic. Ebrard le pedimos que rectifique la decisión de recibir y entregar ese reconocimiento al presidente colombiano, no sólo por inmerecido sino porque resulta ofensivo e indignante para muchos habitantes de la ciudad, para la memoria de nuestros hijos y especialmente para nosotros los padres de los estudiantes, a quienes la orden militar del Sr. Santos les arrancó la vida de manera atroz y cobarde. Para muchos mexicanos el Sr. Santos es una persona non grata en nuestro país y así lo expresaremos en distintos actos ejerciendo nuestros derechos constitucionales.

Que la derecha le apueste al olvido y actúe con hipocresía e ilegalidad es comprensible, pero es lamentable que, quien se dice de izquierda y de un gobierno que se precia de tener un sentido social, evada la verdad y de la espalda a la historia. Antes de cualquier "formalismo" o "diplomacia" gubernamental están los principios y las convicciones. Los señores Uribe y Santos no sólo no merecen condecoraciones sino, en un marco de justicia, deben responder por los delitos que cometieron.



A T E N T A M E N T E




ASOCIACIÓN DE PADRES Y FAMILIARES DE LAS VÍCTIMAS DE SUCUMBÍOS, ECUADOR

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