lunes, 1 de agosto de 2011

Libia: la Caja de Pandora.

Enviado especial de teleSUR a Libia
Por Rolando Segura 

Washington, Londres y París escribieron el guión. Sarkozy quedó a cargo de la puesta en escena.  Medios de comunicación árabes pusieron cámaras, luces y comenzó la acción.
Pero en  la medida que avanza la obra, los acontecimientos insisten en escaparse de las manos de quienes la pusieron en marcha.
A partir del más reciente capítulo de la guerra contra Libia –el asesinato del Comandante en Jefe de la oposición armada-  ya será  cada vez más difícil ocultar la trama que descubre la verdadera naturaleza del llamado Consejo Nacional de Transición, uno de los actores claves de la historia.
Apenas horas  después de que el ministro de relaciones exteriores británico hablara de la ¨creciente legitimidad, competencia y éxito¨ del CNT; uno de sus principales jefes militares: el General  Abdul Fatah Younis y dos de sus lugartenientes eran detenidos por las fuerzas rebeldes y luego asesinados en circunstancias aún confusas.
Al anunciar las muertes, Mustafa Abdul Jalil, presidente del CNT dejó más preguntas que respuestas acerca de cuándo, cómo y dónde, a menos que fueran rebeldes, los asesinos pudieran acercarse a tan alto mando militar, ejecutarlos y llevarse los cuerpos de las víctimas en un territorio bajo su control.
Desde hacía varios días corrían rumores acerca de la muerte de Younis. Al mediodía del jueves ya era vox populi en Bengazi, la noticia que  diez horas más tarde confirmara Abdul Jalil, sin aceptar preguntas incómodas de la prensa.
La versión oficial ¨rebelde¨ insiste en que el general había sido convocado a Benghazi para ser interrogado  sobre ¨cuestiones relacionadas con asuntos militares¨, cuando fue abatido por hombres armados infiltrados por las fuerzas de Gadafi.  Uno de los asesinos fue capturado, pero el resto escapó y estaría escondido en Bengazi.
Apenas concluido el anuncio en el Hotel Tibesti de Benghazi, afuera  varios vehículos con un cañón antiaéreo y  una docena de hombres armados gritaban al CNT: ¨lo has matado¨, disparaban contra el hotel, y derribaban algunas ventanas sin reportarse heridos. 
Mientras,  como la pólvora comenzaban a regarse versiones no oficiales que dan cuenta desde una detención por supuestos contactos  con el ejército libio hasta responsabilizarlo por el gran número de bajas en la ofensiva contra Brega. 
En lo que se aclara el incidente, algunos análisis dan por hecho que estaría llegando a su fin la luna de miel entre los rebeldes armados y Occidente, ante la imposibilidad de seguir enmascarando las profundas divergencias entre las facciones rebeldes.
El General  Abdul Fatah Younis fue ministro del interior del gobierno libio y desertó en febrero para ocupar  el cargo de Jefe de Estado Mayor de las fuerzas rebeldes  no sin grandes contratiempos. Diversas fuentes aseguran que su principal disputa de poder era con el coronel Khalifa Hafter, vinculado a la CIA, quien llegó desde Virginia  del Norte para incorporarse a las fuerzas rebeldes.
¨Al interior de las formaciones rebeldes, existen rivalidades, es decir se odian y se enfrentan unos a los otros¨, me comentaba hace algunas semanas en Trípoli el historiador y filósofo estadounidense Webster F Tarpley.
¨Younis es el de defensa y Hafter es  el Comandante militar. Ha sucedido que viene la gente de Hafter y le dice a la OTAN: bombardee tal lugar  porque las fuerzas de Gadafi están allí. Lo mismo hacen los de Younis: avisan  a la OTAN para  que ataque allá donde están los leales a Hafter.  Esta es la razón por la que la OTAN ha matado  tantos rebeldes.¨
El afán de liderazgo ha mantenido enfrentados a los entre 15 y 30 grupos de milicias, sin mando único real,  de la oposición armada libia. Entre ellos se incluyen fundamentalmente desertores del gobierno y el ejército libio señalados por corrupción, islamistas radicales, miembros de Al Qaeda y algunos líderes de tribus contrarias a Gadafi. 
El propio Mustafa Abdul Jalil llamaba este jueves a todos estos grupos armados dispersor por numerosas localidades ocupadas por los rebeldes a unirse a las fuerzas del CNIT en numerosas localidades controladas por los rebeldes a unirse a las fuerzas del CNT, el órgano  que aún mantiene en secreto la identidad de la mayoría de sus integrantes.
Según Eric Dénécé  director del Centro Francés de Investigación sobre Inteligencia  (FCF2R) “El creciente poder del Islam radical nos hace pensar que ésta es la facción más importante en el seno del CNT. Son individuos que están muy marcados en su comportamiento individual por su voluntad de imponer su sistema (islamista)".
Expertos del FCF2R, del Centro Internacional de Investigaciones y Estudios sobre Terrorismo y Víctimas del Terrorismo (CIRET-AVT1),  luego de visitar Trípoli y Benganzi entre marzo y abril,  alertaron que  la intervención de Occidente ¨está creando más problemas que soluciones¨ al  fomentar el surgimiento de un nuevo hogar para el Islam radical y el terrorismo, en la Cirenaica, región que mayor número de yihadistas per cápita envió a combatir estadounidenses en Irak,  según documentos internos de al-Qaeda hechos públicos por Estados Unidos.
Sin embargo los autores del guión de la guerra contra Libia han hecho creer hasta ahora, que los rebeldes armados libios tienen las mejores intenciones del mundo y controlan a los extremistas.
Cuando el  CNT es ya para más de 30 países ¨el único representante legítimo de Libia¨, habrá que esperar ahora con cuál  peripecia se intentará seguir ocultando al espectador que desde hace cinco meses fue abierta la caja de Pandora.

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