Ataques terroristas en Noruega: ejercicio en guerra psicológica de los medios

La opinión de Adrian Salbuchi en RT

Breivik exige que su estado psíquico sea 

analizado por especialistas extranjeros

El autor confeso del doble atentado en Noruega, Anders Breivik, planteó varias exigencias ante la Policía. Una de ellas es la participación de expertos extranjeros en el análisis de su estado psíquico, declaró el portavoz de la Policía criminal de Oslo, Pal Hjort Kraby.

Él precisó que las exigencias de Breivik responden a una especie de trato planteado por el detenido y que a cambio de que sean satisfechas, el acusado brindará información sobre otros participantes en los atentados. La información sobre la existencia de cómplices, dos en Noruega y varios fuera del país, ahora está siendo comprobada por la Policía.

El detenido también planteó exigencias sobre la comida y la ropa, además pidió el texto de su manifiesto, el cual quiere continuar escribiendo.

Los representantes de la Policía le entregaron varias páginas del panfleto, pero rechazaron llevarle su uniforme de gala, ya que lo consideraron "vergonzoso, provocativo e insultante". Los oficiales también están continuamente vigilándole, ya que temen que pueda intentar suicidarse.

Mientras tanto, la pena que enfrentaría Breivik puede aumentar de 21 años a un máximo de 30, informó el fiscal Christian Hatlo. Eso sucederá si es condenado no por terrorismo, que es lo que se le imputa ahora, sino por crímenes de lesa humanidad. Esta posibilidad actualmente está siendo estudiada por el fiscal.

El caso de este ciudadano noruego forzó a muchos revisar su opinión sobre las causas y los raíces del terrorismo. Por ejemplo, el consultor, investigador y escritor Adrian Salbuchi comentó que "mientras las potencias occidentales intentan convencer a todo el mundo que el terrorismo proviene de los países musulmanes, sus raíces realmente siempre han estado en el movimiento ultraderechista".

Hasta las declaraciones de los países como Reino Unido o EE. UU. sobre la defensa de los derechos humanos, según él, están en mucho motivadas por el deseo de distanciarse de su propio pasado no muy lejano, con "rasgos obviamente racistas".

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